Moraleja de Cuellar, una pequeña pedanía de la provincia de Segovia, es habitada durante el invierno por once familias, y en los últimos años se han establecido cuatro familias nuevas con otros perfiles profesionales y artísticos. Esta pedanía, sufre, como muchos otros pueblos de España, del abandono institucional y de la dejación por parte de los herederos de antiguas casas, graneros y otras construcciones que se encuentran en estado ruinoso, con evidente peligro de derrumbe y terrenos abandonados convertidos en basureros y escombreras donde las malas hierbas campan a sus anchas.